
Los mallorquines Sexy Sadie regresaban a los escenarios, hecho que explicaba el excepcional ambiente que se vivía en la calle Bernardino Obregón y sus alrededores, momentos antes de que diera comienzo el primero de sus conciertos capitalinos.
Mucho era el tiempo que los fans madrileños de la banda llevaban esperando este momento, si exceptuamos su actuación de hace un par en el Florida Park con motivo del veinte aniversario del que fue su sello, Subterfuge, por lo que no es de extrañar que el público agotara, casi en un abrir y cerrar de ojos, las entradas para los dos conciertos que tenían programados en la Sala Caracol, sí bien es cierto que en estas circunstancias siempre se juega con el hecho de no saber si los conciertos del pasado fin de semana podrían haber sido los últimos de los isleños en nuestra ciudad, por lo que, ante tal tesitura, nadie quería perderse un hecho que podría convertirse en histórico. Nosotros desde “El Giradiscos”, no queríamos ser menos así que allí nos aventuramos en dos jornadas que quedarán en nuestro recuerdo durante mucho tiempo.

Tras este primer trallazo que nos dejó totalmente boquiabiertos, llegó el primer acercamiento a su disco más apreciado, estamos hablando del inigualable, “It´s Beautiful it´s Love”, de la mano de la sensacional, “You Know that´s the way I like it”, con Jaime saltando y animando a un público en su mayoría copado de treintañeros que, aunque cariñosos con el grupo, se mostraron demasiado estáticos a lo largo de toda la velada. Tampoco faltaron temazos del calado de “Nonsense”, la cual se enlazo perfectamente con “Stay Behind Me”, en la que quedó patente la calidad como guitarrista de Carlos Pilán.
Desde el foso se reclamaba nuevo disco de la banda a lo que Jaime respondió, “Ya se verá, algún día, ¿por qué no?... aunque tenemos vidas complicadas “, frase que sirvió para ilusionar a más de uno de los que estábamos abajo y es que, con la perspectiva que da el paso del tiempo, en nuestro panorama se echa de menos a bandas que tengan la fuerza y la actitud de este grupazo, sin duda uno de los más grandes de nuestra escena independiente.
Uno de los momentos álgidos del concierto llegó con la revisión del clásico de Tom Petty “American Girl”, tras la cual hubo una reivindicación de su ultimo e infravalorado disco, “Traslate”, con la interpretación de “My home is not a Place”, donde Jaime bromeó diciendo, “esta no os la sabíais”.
En la muy Beatle “Charlie Jones”, Carlos tomó la voz cantante, secundado por la guitarra y los coros de Jaime, quien a renglón seguido acometió uno de los temas más emblemáticos de su discografía, “Mr. Nobody”.

Dieron por concluida la velada con dos auténticas joyas como, “Brand new World” y “Second to Last”, con ellas y tras hora y media de auténtico disfrute, nos marchamos a casa con la misma sensación que reinaba en todo el público que iba abandonando la Sala Caracol. Nos habíamos quedado con ganas de más. Suerte que también acudiríamos al segundo de sus conciertos.
El domingo volvimos a rescatar algunas de las sensaciones que habíamos tenido un par de días antes. El grupo volvió a llenar el recinto, quedándose mucha gente sin entrada en la calle, en una imagen realmente dolorosa para todos aquellos que hemos pasado por algo parecido.
En lo meramente musical, y con el afán de no extendernos en exceso, diremos que repitieron los mismos temas que en la noche anterior, aunque en esta ocasión con distinto orden.
Quizás, y a lo mejor motivado por nuestra percepción personal después de haberles visto apenas cuarenta y ocho horas antes, la emoción del primer día no estuvo presente. Aún así la banda sonó como un cañón nuevamente, demostrando que están preparados en esta nueva resurrección, para la gira por festivales que les espera este verano. Luego, como dijo Jaime, “ya se verá”.
Texto: El Giradiscos.
Fotos: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”.