Sala Penélope, Madrid, 11-12-2010
Cuando creíamos que Ilegales habían dado su último concierto en Madrid hace unos meses, nos sorprendieron con el anuncio de un nuevo concierto en la capital. El gran éxito de su gira de despedida por todo el país y un público fiel, hizo poder disfrutar de nuevo de la banda de Jorge Martínez.
Con una sala llena hastalos topes y las incomodidades que conlleva, calor asfixiante e imposibilidad de moverse con facilidad, no iba a ser impedimento para disfrutar por última vez de Ilegales en directo.
Se palpaba el ambiente de las grandes ocasiones, un “Sold-out” en toda regla, mas de mil y pico entradas vendidas, había que estar allí, nadie quería perderse la despedida de un proyecto que ha comandado Jorge con mano firme durante más de 30 años.
Comenzó el canto de cisne de Ilegales en la capital, teníamos por delante dos horas y media de nuestro grupo favorito, lo íbamos a disfrutar por última vez y eso se notó en un público que lo dio todo desde el primer momento.
Jorge Martínez también colaboró en la fiesta repasando concienzudamente toda su discografía -más de cuarenta temas sonaron el sábado en la sala Penélope-. El único fallo del concierto se produjo al principio del mismo, Jorge intentó hacer "Regreso al sexo químicamente puro" en dos ocasiones pero al no recordar parte de la letra tuvo que desistir. El error fue subsanado de inmediato con una vigorosa versión de "Hola, mamoncete" la más famosa canción de camellos del rock español. El grupo aprovechó para hacer temas que no habíamos tenido la ocasión de escuchar en directo como la diabólica “Algo prepara una emboscada” o “Cara al peligro” una canción que pasó desapercibida en su momento y que ahonda en su vertiente más pop. No podía faltar un himno como “Agotados de esperar el fin” cantada a pleno pulmón por toda la sala, un tema que con su descorazonadora letra casa perfectamente con los tiempos difíciles que nos esta tocando vivir.
Estrenó formación en esta gira “Pese a que tocamos a menos pasta” dijo socarronamente Jorge presentando a los dos saxos, que les acompañarían durante la parte central de la actuación. Con ellos en escena tocaron temas que normalmente se quedan fuera, temas como “Despierta en el planeta diario”, la brutal “Lavadora blues” o “Suena en los clubs un blues secreto”. También sonaron canciones como “Chicos pálidos para la maquina”, tema del disco del mismo titulo que sonó de forma tan contundente que literalmente te golpeaba el pecho.
Jorge sudó tanto durante la velada que tuvo que parar el concierto para secarse en varias ocasiones “Es el único problema que tiene la falta de pelo, el sudor se te viene a la cara” nos contó. El sonido fue perfecto durante toda la noche, todos los instrumentos se oían con claridad, rara vez podemos escuchar un sonido tan cristalino en un concierto de rock, prueba de ello fue la tremenda versión de “El piloto”, que por fin pudo ser interpretada como fue concebida.
Estremecedor fue como sonó el que para mi es uno de sus mejores temas “Ángel exterminador” canción que compuso allá por el 79, un conmovedor alegato anti-militarista “Llegas a casa como un boy scout a cambio de dos piernas”, pocas veces se ha escuchado una letra tan tremenda y que refleja tan bien el horror de una guerra.
No faltó también los habituales discursos de Jorge contra los clientes de discotecas, como la que acogió su concierto y a los que dedico “Baila idiota”, seguida sin pausa de “Dextro-anfetamina” el momento salvaje llegó a las primeras filas donde el pogo y la lluvia de cerveza empapó a un entregadísimo Alejandro Blanco, bajista de Ilegales los últimos 18 años. “Todo lo que digáis que somos” una verdadera declaración de intenciones y la muy apropiada “Tiempos nuevos, tiempos salvajes” son temas que han sido compuestos hace treinta años pero lejos de quedar obsoletas se mantienen hoy vigentes y con mas fuerza incluso que cuando fueron compuestas.
Después de “Caramelos podridos” Jorge sacó de nuevo a “Caperucita” su reconstruida y mítica guitarra recuperada para la ocasión y nos llevó a “El norte está lleno de frió” descarnado retrato de cómo se vivía en los 80 en la época dura con una democracia todavía en pañales.
Y llegó un momento especial para los fans de la banda, decidieron hacer “Hail, Hitler” tema que habían dejado de tocar debido a la mala interpretación que se hacia del tema, Jorge explicó que hizo la canción para molestar a los hippies y buen rollistas que poblaban la escena a finales de los 70, principios de los 80.
“Quiero ser millonario para olvidarme de mis amigos”, la romántica a su manera “La chica del club de golf” o “La fiesta” no podían faltar en el repertorio que recorrió todas y cada una de las etapas del grupo.
“Soy un macarra” y una anfetaminita versión de “Tengo un problema sexual” sirvió para presentar a la banda y desgraciadamente veíamos acercarse el final del concierto, no podíamos sentir cierta tristeza saber que llegaba el final de la actuación.
Con “Destruye” en su versión larga y la imagen de Jorge solo en el escenario tocando “África paga” nos quedamos, imagen que quedara en nuestras retinas para siempre.
No hay mejor manera de terminar un concierto dejando el pabellón bien alto, durante casi tres horas de actuación nos hicieron llegar su legado, volverán trasmutados en Jorge Ilegal y los magníficos pero sin duda esa será otra historia.
Texto Jorge Bravo "El Gurú"
Fotos: Alberto Vicente
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Sala El Sol, Madrid. Viernes, 22 de noviembre del 2024.
*Texto y fotografías: Guillermo García Domingo*
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