Madrid. Joy Eslava. 18 de Noviembre
Mucha expectación generó ayer en Madrid el paso de la gira “Dos bandas y un destino”, con un llenazo total en una sala en la que casi no se podía ni respirar. Todo un acierto la unión de estos dos grupos en la que se suma la veteranía, ideas, frescura y actitud. Además “Dos bandas y un destino” será también el nombre de un doble vinilo que se pondrá a la venta próximamente.
Pasados unos minutos de la hora indicada, sonaba por los altavoces una pieza de Ennio Morricone, mientras las dos bandas se presentaban al público madrileño. En el escenario ocho grandes músicos, Fernando Pardo, David Krahe y Rubén Marrón a las guitarras, Javier Vacas al bajo, Roberto Lozano y Marcos Úbeda a la percusión, y Evgeni Riechkalov a la trompeta y Javier Vielva a la voz.
Los momentos más vibrantes del concierto fueron cuando ambas bandas coincidían en el escenario, bien interpretando sus propios temas, o haciendo explosivas versiones como “Whish you were here”, de Pink Floyd o el clásico “Shakin’ all over” que hicieron bailar a toda la sala. En el fondo del escenario una pantalla proyectaba todo tipo de imágenes de estética western y que acompañaban a la temática de cada canción.
También presentaron lo mejor de sus repertorios cada banda por separado. Arizona Baby repasaron su disco “Second To None”, con la habitual demostración a las seis cuerdas de Rubén “Señor Marrón”, y el personal estilo de Javier Vielva, que tuvo la pasada noche momento brillantes, en los que pasaba de interpretar un bolero en castellano al “Too drunk to fuck” de Dead Kennedys. Grande Vielva. No faltó el momento “Shiralee”, acompañando a los coros por toda la sala al unísono.
Los Coronas, jugaban en casa y eso se notó en el cariño de un público que no paraba de bailar al son de las canciones de su último disco “El Baile Final de Los Locos y Los Cuerdos”. Fernando Pardo haciendo de maestro de ceremonias, presentando cada tema y explicando anécdotas de su gira con Arizona Baby. Temas como “Jinetes Radioactivos”, o “Big Waves Riders” hacían las delicias de todos los fans que se congregaron ayer, dejando constancia también de una poderosa versión del “Supernaut” de Black Sabbath.
Al final todo fueron abrazos y felicitaciones mutuas en un concierto redondo, en el que todo el mundo salió satisfecho y con la sensación al ver la cara de estos ocho músicos, de que este concierto no se les olvidará en la vida.
Texto y fotos: Alberto Vicente