
Con cierto retraso sobre la hora prevista apareció Igor Paskual. Parapetado tras su habitual guitarra Gretsch. Lo cierto es que se nos hacía extraño ver al “guaje” rodeado de tanta gente sobre el escenario. Acostumbrados cómo estábamos a ver sus presentaciones en un formato mucho más recogido y de forma acústica, verle secundado por otras cuatro personas nos causó cierta extrañeza en un principio.
Rompió el hielo de la noche con una cañera versión de “Música para Traicionar”. A partir de ahí se sucedieron bastantes de las canciones que ya conocíamos de otras noches de Rock and Roll que hemos decidido pasar junto al gran Igor. No faltaron temas cómo “Volver”, un clásico instantáneo de su discografía o “El Peor Novio del Mundo”, un corte que va creciendo a medida que lo escuchas.
Tras su actuación llegó el turno de Los Espirituosos. No conocíamos su propuesta pero lo cierto es que no nos dejaron indiferente. Derrocharon rock por los cuatro costados con toques de Swing que hicieron bailar al público asistente. Interpretaron temas cómo “Timba”, un claro homenaje al “Rat-Pack” o “Mi Pantano”, otro de los buenos temas que contiene su primer disco “Swing Tabernoso para Calaveras”.
No pude evitar esbozar una sonrisa al verles tocar una más que digna versión de “Autosuficiencia”, de los añorados Parálisis Permanente, arrastrándola hacia el Swing de toques canallas que les caracteriza.
Lo cierto es que la noche llegó a su fin. En el capitulo de conclusiones debemos decir que constatamos la buena salud de que goza el directo de los Espirituosos y también comprobamos que la calidad del directo de Igor Paskual con banda crece de manera considerable. Y eso que apenas habían ensayado en una ocasión. Suerte chicos.
Texto y Fotos: Javier González.