Palacio de los Deportes de Madrid. 9-04-10
No ha pasado un año desde la desaparición de uno de los mayores artistas que ha dado nuestro país. Desde entonces, varios han sido los homenajes que se le ha hecho a lo largo y ancho de la geografía, homenajes espontáneos, en salas en las que pasó en algún momento, etc.
Los fans, seguidores y amigos del artista, estábamos esperando este homenaje “oficial” que sabíamos que tendría que llevarse a cabo en un tiempo prudencial. Hace ya unos cuantos meses, en invierno, pudimos tener unos pocos afortunados un homenaje/recuerdo que organizó la sala Clamores de Madrid, en la que, de manera más íntima, nos reunimos con su familia y amigos más cercanos para descubrir la placa que Germán y el equipo de la sala ofrecieron al músico y su familia. En esa ocasión, numerosos artistas se subieron al escenario, junto con la banda que en los últimos años acompañó a Antonio. Artistas como Rebeca Jiménez, Tontxu, Los Secretos o Quique González, entre otros, ofrecieron sentidos homenajes en forma canciones.
Unos meses antes de este concierto-homenaje, se podía sentir la ilusión y los nervios entre sus seguidores, de que un acontecimiento de estas características estuviera a la altura del mito. Una buena repercusión nacional, gran cartel de artistas, músicos que hubieran tenido una estrecha relación con el homenajeado, ver que los grandes de este país le agradecieran su arte y talento ante miles de personas, ver la ciudad “empapelada” con las letras de Antonio Vega, aunque sea de las últimas veces que la veamos así.
Ya, fuera y dentro de el Palacio de Deportes, reinaba un gran ambiente, los bares no dando abasto, y un sentimiento agridulce, de alegría, pero por otro lado tristeza. El comienzo no pudo ser más emocionante, el escenario vacío, sonando por los altavoces el tema instrumental “3.000 noches con marga” y en las pantallas pasando imágenes de Antonio Vega Tallés de todas sus épocas. Realmente precioso y emotivo. A continuación, los miembros de la banda que había acompañado a Antonio, con Basilio Martí a la cabeza, empezaron a tocar “La última montaña”, cantada por el guitarrista Ricardo Marín que sustituyó a José Barragán al encontrarse este fuera de España, una pena, porqué hubiera sido un placer tenerle en una noche así, demostrando el cariño y respeto que le tenía y tiene a el Maestro, que en su última etapa contó con el joven y habilidoso guitarrista, que tenía de mano derecha como miembro fijo de la banda.
Muchos fueron los artistas que la pasada noche se dieron cita al reclamo de la figura de Antonio, bajo el llamamiento de Carlos Vega y Nacho García, encargados de llevar a cabo este concierto homenaje. Lo más importante fue pasar una bonitos momentos escuchando el legado que nos ha dejado, disfrutar e emocionarnos, sabiendo que el, seguramente estaría en un rinconcito del Palacio viéndonos a todos, sin dejarse notar, como era Antonio.
Medio país (a través de la emisión en directo en los cines Yelmo), pudo tener el placer de escuchar y sentir a artistas como José María Granados (Mamá), que cantaron “Persiguiendo sombras”, el desparpajo de Germán Coppini “Enganchado a una señal de Bus”, Burning con “Relojes en la oscuridad”. Algo más previsibles fueron la reunión de Ketama “Se dejaba llevar por ti”, Cómplices “Una décima de segundo”, Tam Tam Go! “Desordenada habitación” y Rosario “El sitio de mi recreo”. Con otras actuaciones menos afortunadas, Coque Malla,”Seda y hierro” –dando la sensación de tener poco preparada su intervención–, y con el también desafortunado speech a forma de introducción cantada, de un desubicado Rafa de La Unión “Lo que tú y yo sabemos”.
Los mejores momentos de la noche corrieron a cargo de la cantante Cristina Narea, derrochando voz y clase y poniéndonos a todos los pelos de punta con su versión de “Hablando de ellos”, Miguel Ríos tocando una sentida “Tesoros”, y Manolo García con “Esperando nada”. También cabría resaltar la particular versión de Morente “Ángel caído” y a Shuarma con una más que digna “Océano de Sol”. Otros artistas que no quisieron perderse el homenaje fueron, Quique González “Contar que regresar”, Carlos Tarque “A medio Camino”, Aurora Beltrán “Ángel de Orión”, o Nacho Béjar “Mis dos amigos”
Pero si hay que destacar uno de los momentos más intensos, ese fue el de Carlos Vega, interpretando “Lucha de Gigantes” y haciendo llorar de emoción a medio pabellón.
Uno de los instantes más esperados de la noche fue para Nacha Pop, con los añorados Ñete y Carlos Brooking. en el escenario interpretando un “Atrás”, que ciertamente sonó faltó de nervio. Además fue la única canción que tocaron, dejando al público con ganas de más. Se echó de menos a Aute que por razones que desconocemos se cayó a última hora del cartel.
Para finalizar, fue un placer poder oír la voz del propio Antonio pregrabada, mientras la banda tocaba en directo “El sitio de mi recreo”, verdaderamente emocionante. Acto y seguido, con todos los invitados en el escenario y con el público que llenaba el Paladio de Deportes de Madrid se cantó al unísono “La chica de ayer”, canción que puso el broche de oro final a un Antonio Vega que ya no está con nosotros, pero su música quedará para acompañarnos para siempre.
Texto y fotos: Alberto Vicente
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