Jueves 17 septiembre, Madrid, 22.00.
Hace un frío de muerte y ahí estamos en la puerta de la mítica sala madrileña El Sol, para ver el concierto de la cantante y compositora malagueña Anni B Sweet a la que entrevistamos hace unos días.
Diviso entre tanto moderno, alternativo y plagio de Elvis Costello, unas gafas y una nariz que me son familiares. Enseguida endorso a mi acompañante la cámara y acudo prudente a pedirle una foto a Brian Hunt.
Tras varios intentos fallidos por mi torpeza a la hora de dar las pertinentes, o impertinentes en este caso, directrices, logramos hacer una foto decente.
Muy amablemente me dice que, después haremos otra si logramos adivinar como se pone el dichoso flash. PD. Nunca llevéis una cámara a un concierto de noche sin saber utilizarla.
Esperamos escasos cinco minutos más a que abran la puerta, y ya está todo hecho, Javi da un apretón de manos a Fernando y un saludo de cabeza que, a mi casi me pasa inadvertido, a Carlos, y ya estamos dentro.
Nos ubicamos en segunda fila, aunque por momentos yo diría que, estábamos en la sexta por lo menos, con tanta camarita y objetivo flasheando.
Empiezan a tocar los teloneros, once menos cuarto pasadas. Arizona Baby. Rock- Folk. Tocan genial estos tíos, pienso mientras me giro y veo a Javi asintiendo con la cabeza. Vale, estamos de acuerdo, le está gustando. Subterfuge apuesta por ellos y en breve sacan disco “Second to none”. Tocan varias canciones en formato acústico y suenan bastante bien. Definitivamente esto tiene muy buena pinta. Habrá que seguir atentos.
Se despiden, dando las gracias a su discográfica y humildemente desean suerte a Ana en esta noche tan especial.
Por fin sale la protagonista a escena. Con vestido de flecos muy elegante, se nota que corrobora lo de la noche especial cuando hace mención a sus familiares que se encuentran allí presentes.
Tras la pertinente colocación y comprobación de instrumentos de toda la banda, comienzan con “Again”. Ana improvisa nuevos colores en su voz. Es tan diferente al disco, que te da la sensación de descubrir por primera vez a esta artista.
Su Folk indie o experimental, ha conseguido acercar este género a los más jóvenes, aunque allí se congrega gente de edades muy diversas, denotando que su música gusta en general.
Ahora su primera canción del disco, “A sarcastic hello”, la gente empieza a tararear y ayudar con el silbido oportuno. Creo que esto va bastante bien. La gente está disfrutando.
Seguimos con una de las más conocidas, “Second hand”, realmente está siendo un buen concierto, a pesar de tener el típico murmullo de fondo en las barras.
En algunos conciertos se debería omitir la lista de invitados que, a veces son los que menos interés tienen
por estar allí, y dejar disfrutar a la gente que debió comprar su entrada hace semanas y se ha pasado un buen rato haciendo cola para entrar.
Llega la hora de demostrar su soltura en castellano con la auto composición “Vísteme”, y “Tumbado en mi moqueta azul” para la que pide la colaboración de su autor César Fernández, de la banda madrileña The Melocotons. En un primer momento pensaron en hacer como bien desveló César, un dúo en plan Pimpinela, pero la idea finalmente se descartó.
Ana agradece a la sala Sol y a los allí presentes y confirma que es una noche muy singular y emotiva para ella porque, se encuentra allí su familia que ha venido desde Málaga; y porque da comienzo su nueva gira, donde interpretará canciones inéditas.
En esta ocasión, se anima a tocar ella en solitario, y llegamos a un momento íntimo, sin más pretensiones que las de una joven cantautora abrumada por el éxito que está consiguiendo. “Burnt” y “Mr.D” son sus elegidas. Y allí, con su guitarra y sus contoneos deja a la sala prendada.
Los componentes de Templeton se encuentran allí también, y no sé si proviene de ellos el chivatazo de la autoría cuando anuncian la siguiente canción, “Catastrofe of love”.
“La la la”, que nos transporta inconscientemente a la película de Jeunet, Amélie; nos deja a todos coreando el estribillo.
Tras “Gone If I”, llega la sorpresa de la noche, Ana invita a subir al escenario a Brian para tocar juntos el tema que cantan en el disco, “Let´s have a picnic”, ha salido genial aunque no disfruto lo que quisiera porque paso toda la canción haciendo fotos.
Ahora Ana se atreve con el conocido tema de los A-Ha, y los allí reunidos parecen entregados a la causa y ayudan en el estrebillo, “Take on me, take me on. I´ll be gone, in a day or two”
Está finalizando pero aún queda la divertida “To roll like a ball” y la original “Oh i oh oh i” que como ella misma nos contó en la entrevista, surgió a raíz de un sueño que tuvo.
Se despide de todos nosotros con “Song of pain” en la que se entremezclan entre otros instrumentos, panderetas, una especie de laúd, una viola…; Cuando un grupito de seguidores le reclama que cante otra canción.
Ana aparece de nuevo en el escenario dispuesta a complacer con la inédita canción en el disco “Shiny days” aunque, los fans que la habían demandado ya habrían escuchado en alguno de sus directos.
Y ya para finalizar con la noche, que ha salido perfecta, muy espontánea, a pesar de algún que otro problemilla de sonido, pero fácilmente superable, nos deleitan con su tema más conocido sin duda, “Motorway”.
Y así, con el público en el bolsillo, siguen su andadura por la autopista que en breve les conducirá a otras citas por toda la geografía española, y en noviembre, salta el charco con su gira por Buenos Aires.
Gracias de nuevo Ana, y mucha suerte.
Texto y fotos: Katia Jordá.