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La calle Jardines sorprendía a los transeúntes con una aglomeración de gente propia de las madrugadas de fin de semana, eran en su mayoría treintañeros que no quisieron perder la oportunidad de presenciar el directo de uno de los grandes grupos de nuestro pop Independiente. Volvían a nuestra ciudad los valencianos La Habitación Roja, en el marco de una mini gira pensada especialmente para sus fans. En el transcurso de la misma interpretarán exclusivamente temas de sus cuatro primeros trabajos, con la particularidad de que estos habrán sido previamente elegidos mediante votación por sus seguidores.Fue este hecho, sin duda, el que posibilito que el ambiente de la noche del pasado Jueves se asemejara mucho al de las grandes ocasiones. No en vano hay que remarcar que se colgó el cartel de “No hay entradas”, una vez más el aforo de la céntrica sala volvió a quedarse pequeño para disfrutar del enésimo directo de La Habitación Roja.
Pasadas las once y media de la noche aparecieron en escena los cuatro componentes de la banda secundados por un violonchelista. En lo que sería un concierto que nos haría volver la vista atrás algunos años. Retrocedimos, en una especie de “flashback”, al período de tiempo que va del año 1998 hasta 2003, época de grabación de los cuatro trabajos que serían la piedra angular sobre la que se movería el espectáculo.
Discos como, “La Habitación Roja” (1998), “Largometraje” (1999), “Radio” (2001), “4” (2003), lograron en su día dignificar la calidad del pop español por lo que las ganas de volver a escuchar sus canciones en directo estaban más que justificadas.
Durante la hora y media que duró la actuación, no faltaron a la cita canciones coreadas a modo de himnos por sus fans, temas como “Largometraje”, “23”, “Crónico”, “El hombre del espacio interior”, “Un día Perfecto”, “La Edad de Oro” o “Mi habitación”, con la tras un bis cerraron el show, lograron mantener en todo momento la intensidad del concierto para deleite sus fieles. Quienes al final de la actuación no dudaron en ovacionar de manera cerrada al cuarteto valenciano.
En cuanto a las notas negativas de la actuación, no podemos dejar de indicar que esta quedo ensombrecida por los pequeños problemas de sonido en el micro de Pau y por la escasa nitidez que se apreciaba en el juego de guitarras. Un problema que sin saber de donde surge, no es para nada habitual en el El Sol, lugar del que sin temor a equivocarnos podemos afirmar que es la sala que mejor ecualiza de todo Madrid. Profesionales como Loquillo comparten nuestra opinión al respecto.
Confiemos en que para próximas visitas a la capital, las deficiencias de sonido queden superadas y podamos disfrutar plenamente de la actuación de La Habitación Roja.
Texto Javi
Foto Jorge Bravo
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