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Madrid sorprendió nuestra llegada alrededor de las siete de la tarde con un Sol de justicia. El calor era asfixiante en el centro de la capital y la sensación de un asfalto que quemaba los pies invitaba a buscar refugio en alguna cafetería cercana. Media hora más tarde teníamos cita con Raúl Bernal a las puertas de La Boca del Lobo, local donde tocaría esa misma noche.Decidimos echar un vistazo para buscar un sitio de nuestro agrado donde hacer tiempo hasta la cita, pero la diosa fortuna nos envío un guiño, al hacer que nos encontrarnos con el “alma mater” de Jean Paul en un bar cercano.
La conversación derivó hacía caminos múltiples, siempre enfocada sobre todo al mundo de la cultura en genera,l y de la literatura y música en particular. Después de nuestro encuentro teníamos previsto abrirnos paso en la noche madrileña, citas con amigos, novias y familia nos esperaban, sin embargo, después de la charla recapacitamos, echamos mano a nuestros móviles para abandonar esos proyectos. Raúl Bernal nos había ganado para su causa, por canciones y, sobre todo, por una conversación que pronto disfrutaréis en El Giradiscos.
Y allí nos encontramos de nuevo esta vez dentro de “La Boca del Lobo” y con Jean Paul al completo. Con cierto retraso sobre la hora prevista darían comienzo con “Breve historia Universal” a un intenso show que recorrería casi por completo su primer trabajo. Canciones como “Viéndolas Venir”, “Fin”, “Eureka!” o “Uno más en el Exilio”
, en la que se excusaron “porque por motivos profesionales” a la postre no pudo acudir el maestro Lapido, no necesitan carta de presentación.Los granadinos son una banda que suena a las mil maravillas, no en vano, son el grupo que acompaña en directo al mítico José Ignacio Lapido, en poco más de una hora desgranaron autenticas lecciones en formato de música “contemporánea”.
Aparecieron en los bises de nuevo para interpretar “El Colectivo” y la magnifica “La orquesta del fin del mundo”, con la que cerraron un gran show. Para muestra de la calidad del concierto un botón, muchos de los allí presentes decidieron comprar su primer trabajo y su maqueta, en la que aparecen temas que no han sido incluidos en el disco como “Era un día”, “Hay Hombres” o “Lagartos”.
Jean Paul no inventa nada, sus referentes son claros, por momentos suenan cercanos a gente como Leonard Cohen, Tom Waits, Nick Cave y hasta el maestro Diego Vasallo por citar algunos nombres de grandes a los que respetan. Sin embargo, no se dejen engañar por los nombres, ni por revistas de “tendencias que en ocasiones hablan de música” como Rockdelux,
Jean Paul sabe encontrar su sonido a través de esas referencias y son capaces de hacer que sus letras suenen cercanas y directas, sin impostura y ganando en peso en un directo de los que sabe tocar los corazones. Avisaba Raúl al comienzo del show “os vais a perder esta noche a Bunbury”, a riesgo de equivocarme, creo que los que tuvimos el placer de ver a Jean Paul en directo, ni nos acordamos del zaragozano en toda la noche, sin embargo, no pudimos dejar de hablar de todo lo bueno que había ocurrido en la “Boca del Lobo”. Quizás los que se acercaron hasta las Ventas fueran quienes se perdieron el mejor concierto que el sábado hubo en la capital…
Texto: Javi
Fotos: Vanvan
