AC/DC Barcelona

Por fin llegó a nuestro país una de las giras más esperadas de los últimos años: los australianos AC/DC.

Barcelona fue la primera de las tres ciudades españolas que tuvo la suerte de recibir al grupo después de casi 9 años sin salir de gira. Las entradas habían volado en horas meses atrás, y solo quedaba esperar a que llegase el momento de ver a Angus y cía. encima del escenario; después de una paciente espera, el momento había llegado.

Un día lluvioso cubría Barcelona bajo un manto de agua y un cielo gris; por suerte el concierto era en Palau St. Jordi, con lo que no tendría influencia, mas allá de mojarnos un poco por el camino.

Minutos antes de las ocho de la tarde accedíamos al pabellón y bajábamos hacia la pista donde el escenario ya preparado para los teloneros, dejaba ver una pasarela que iba hasta el centro de la pista para que Angus y Brian campasen a sus anchas.

The Answer

Está joven banda británica llegaba de la mano de los australianos para presentarnos su segundo album: “Everyday demons”. A buen seguro esta gira mundial supone una gran oportunidad para darse a conocer por todo el mundo y ganar público para el futuro; no en vano son en torno a 20.000 personas las que les ven cada noche.

El estilo musical de este cuarteto bebe del rock de los ’70, con un estilo muy Led Zeppelin, sobre todo en la manera de cantar de su vocalista: Cormac Neeson, que nos recuerda al mejor Robert Plant y no solo en el físico. El sonido no es del todo bueno pero la banda lo suple con buenas maneras y actitud sobre las tablas. Por desgracia disponen solo de media hora y cuando queremos darnos cuenta ya están cerrando el show con “Under the sky” perteneciente a su album de debut “Rise”

Buena sensación, pero sinceramente con un pez tan gordo y deseado en la velada, la atención del público esta puesta en lo que ha de llegar; aún así estaremos atentos en próximas visitas de la banda en solitario para disfrutarlos como es debido.


AC/DC


Años y años de espera; rumores sobre la salud de Angus; retraso del nuevo álbum… pero al fin llega el día que llevas esperando casi toda la vida.

En el ambiente del St. Jordi la duda sobre cual sería el estado de la banda después de tantos años; mas aún teniendo en cuenta que todos los miembros superan holgadamente los 50. Pronto se encargarían de dejárnoslo bien claro…

La emoción se masca entre un público de edad muy dispar, tanto como el de un parque en el que coinciden niños en el tobogán y viejos jugando a la petanca, pero esa es la grandeza de AC/DC.

A las 21:30 se apagaban las luces y se iniciaba un video de animación por la gran pantalla de video que presidía el escenario en ese momento. Un tren a alta velocidad transporta entre otros a los miembros de la banda, o a Rosie; y en la locomotora tenemos, como no, a Angus; caracterizado de demonio echándole mas leña al fuego. Dos atractivas rubias se dirigen hacia la parte delantera y seducen al pequeño de los Young hasta engañarlo con intención de hacer estrellar el tren. Segundos antes de que esto suceda consigue liberarse y saltar guitarra en mano…

Una explosión de fuegos artificiales por todo el escenario nos deja con la boca abierta, mientras la pantalla se abre dividiéndose en 2 y dejando al descubierto una inmensa locomotora antigua coronada por 2 cuernos rojos. Es entonces cuando cesa la pirotecnia y escuchamos los primeros acordes de “Rock ‘n Roll Train” con Angus y el resto ya en el escenario.

Intentar describir la emoción vivida por la gente en estos primeros segundos de show es imposible, pero desde este momento la noche desemboca en una fiesta imposible de parar. El sonido es cristalino y enseguida comprobamos que la voz de Brian Johnson está a un nivel impresionante. El público bota y corea sin parar el primer estribillo de la noche, simplemente sabes que va a ser algo muy grande y te das cuenta de que los que te rodean están igual que tú con lo que el sentimiento se multiplica.

Sin darnos cuenta llega el segundo tema “Hell ain’t a bad place to be” que eleva nuestra temperatura corporal y por ende la de todo el St. Jordi. La siguiente en caer es una de las gordas; ni mas ni menos que “Back in Black” con un Angus desfilando ante nuestros ojos marcando su mítico paso del pato, y perdiendo ya a estas alturas la gorra de su uniforme.

Miles de cuernos rojos lucen por todo el recinto y la banda nos da un traguito de su último disco con el tema “Big Jack” que es bien recibido por el personal.

“Dirty Deeds” nos golpea a continuación, mientras intentamos ganar posiciones para llegar a las primeras filas. La poderosa “Shot down in flames” del enorme “Highway to Hell” incendia la pista y nos hace seguir saltando y sudar la gota gorda. Decir que la respuesta del público es excelente y no para de moverse y cantar desde el primer segundo.

Tras unos segundos de silencio Angus toma el centro del escenario y ataca su guitarra con el riff de “Thunderstruck” otra de las míticas (y cual no lo es) de la casa, en esta ocasión desde el “The Razor’s Edge”.

Bien es cierto que Angus tuvo un par de fallos en la ejecución del riff inicial y que Brian puede sufrir en el algún momento para llegar a los tonos mas altos, pero el tema se disfruta por que la labor rítmica de los señores: Phill Rudd, Cilff Williams y Malcom Young es de otro planeta. No se lucen, no se mueven… pero su trabajo en el directo es posiblemente más importante que el de los “arietes” Angus y Brian. Mantienen la máquina funcionando a tope en todo momento y su precisión es superior a la de un metronomo. Aquí reside en gran parte el éxito del directo de AC/DC.

Despues de tanto clásico tenemos un momento mas calmado con el tema titulo del último trabajo “Black Ice” y a continuación llega “The Jack” con uno de los momentos mas esperados en un concierto de los australianos: El streaptease de Angus.

El sonido de la campana del infierno retumba en el St. Jordi, mientras vemos como desciende desde lo alto para que Brian pueda colgarse de ella, en otro de los momentos míticos que se han de vivir en un concierto de esta gente. “Hell’s Bells” suena poderosa con un Brian dando todo lo que tiene, sin parar de moverse por el escenario y la pasarela, sin duda un monstruo de las tablas.

Un poco mas de velocidad con “Shoot to thrill” que es de las que mejor respuesta recibe por parte del público que sigue entregado. Siguieron con los 2 ultimos temas de Black Ice que escucharíamos esta noche: “War Machine” y “Anything Goes” algo mas desapercibida la primera y con bisos de convertirse en clásico la segunda. Pero para clásico, lo que venia: “You Shook Me All Night Long” con un Brian pasando algún apuro, pero correcto al fin y al cabo. Como no podía ser de otra forma, de las mas coreadas por el respetable.

A estas alturas ya estábamos exhaustos pero aún quedaban cosas por pasar como el siguiente tema “TNT” uno de mis preferidos de la banda desde siempre; y aunque nunca será lo mismo que escucharlo de la voz de Bon Scott, hay que decir que Brian Johnson lo hace muy bien.

“Whole Lotta Rosie” (con una Rosie hinchable sobre el tren) imprimió una caña que te hace preguntarte como leches son capaces de dejarte sin aliento estos chavales cuando tu aún no has cumplido 25. Grande Angus, (que esa noche cumplía 54 años) sin parar de moverse arriba y abajo. Está hecho de otra pasta.

Llega “Let there be rock” que además de ser otra de mis preferidas contiene el solo de mas de 10 minutos de Angus. Primero acompañado de la banda surca la pasarela, donde al final de la misma, una plataforma hidráulica lo eleva en el centro del pabellón donde el menudo guitarrista acaba tirándose al suelo y girando sobre si mismo para regocijo de los allí presentes.

Sin apenas tregua vuelve al escenario para seguir (ya sin acompañamiento) con su espectáculo. El solo lo conocemos y aunque comete algún error es puro sentimiento, como delata su cara y su pierna en constante movimiento. En fin, es ese momento que tantas veces hemos visto a través de la tele y que siempre hemos esperado ver con nuestros propios ojos. Sublime.

Momento para un breve descanso después del cual solo quedarán los bises, no mucho, lo justo para tomar aire y prepararnos para el estallido final.

Humo rojo en la parte delantera del escenario nos alerta, cuando empezamos a escuchar de nuevo el sonido de la guitarra de Angus. De repente vemos que aparece desde abajo en medio del humo, desafiante, con sus cuernos en la cabeza; ya sabemos lo que viene…

“Highway to Hell” es coreada hasta que da la sensación de aquello se viene abajo y tenemos la suerte de que Brian este cantándola a 2 metros de distancia, un momento para no olvidar jamás, para que venga a tu mente cada vez que cierras los ojos o cada vez que suene el tema en el bar de turno. Para muchos el tema puede llegar a ser cansino por repetitivo, pero no me imagino un concierto de AC/DC sin este momento.

Y llegamos al final, solo queda un tema y no va a ser otro que el que utilizan los Australianos para cerrar sus conciertos desde 1981, es decir: “For Those About To Rock”

Seis cañones apostados encima de los amplificadores nos amenazan con dispararnos, cuando comienza el tema con ese estribillo por todos conocido y ese “Fire” para introducir los disparos que nos dejan sordos, pero no nos importa porque ya hemos conseguido llegar a escuchar lo que queríamos.

Con un “We salute you Barcelona” el grupo se retira dando por concluido el concierto.

El nivel mostrado por la banda ha sido increíble, con una forma física envidiable así como un fenomenal estado vocal de Johnson, realmente por encima de la mejor de las expectativas.

Un show redondo calculado al milímetro pero en el que se ve que disfrutan encima del escenario haciendo aquello para lo que nacieron.

No puedo hacer mas que recomendar a todos aquellos que no hayan visto a AC/DC que se decidan, pues es algo único y que merece la pena ser contemplado al menos una vez en la vida.

Para mi ha sido el mejor concierto de mi vida con diferencia, a pesar de que no son ni de lejos mi banda favorita, pero el poderío mostrado por el quinteto australiano los sitúa otro nivel.

Posiblemente Angus no sea capaz de marcarse las carreras que se marcaba hace 15 o 20 años, o Brian haya perdido algo de voz, pero todo esto es suplido por una enorme profesionalidad y saber hacer sobre las tablas y una base rítmica sin parangón en el mundo del rock.

En junio volverán a visitarnos en gira de estadios. Concretamente el 5 en el Vicente Calderón y el 7 en el Estadi Olimpic Lluis Companys. Ya cuento los días.

Setlist AC/DC


1. Rock'n'roll Train
2. Hell ain't a bad place to be
3. Back in Black
4. Big Jack
5. Dirty Deeds
6. Shot Down in Flames
7. Thunderstruck
8. Black Ice
9. The Jack
10. Hell's Bells
11. Shoot to Thrill
12. War Machine
13. Anything Goes
14. You Shook Me All Night Long
15. TNT
16. Whole Lotta Rosie
17. Let there be Rock
18. Highway to Hell
19. For Those About to Rock



Texto y Fotos: César Villalba