Tres años después de “Ringleader of the Tormentors” aparece en las tiendas “Years of Refusal” el que parece será el último disco del icono de Manchester. Un conjunto de doce canciones que si bien es cierto redundan en la temática habitual de Morrissey, con textos en los que se habla de ausencia, desamor y desesperación, en esta ocasión se disfrazan de un toque guitarrero que dota al álbum de una velocidad sorprendente en una primera escucha.
El álbum comienza con un trallazo como es “Something is squeezing my skull” donde Mozz comenta que “en la vida moderna no existen ni la amistad, ni la esperanza”, toda una declaración de intenciones que da paso a “Mama lay softly on the riverbed”, en la que el protagonista cuestiona los motivos de la muerte de su madre a ritmo casi marcial, sin duda un buen tema que va increscendo a medida que se escucha. El tercer corte “Black cloud”, una nube negra parece ser el amor en la vida de Morrissey, un tema correcto, que a priori no pasará a la historia de su repertorio y que sirve de puente para “I´m throwing my arms around Paris”, primer single de este nuevo disco, un medio tiempo cargado de afectividad y desamor en la que afirma que “nadie quiere mi amor”. El sexto corte es “All you need is me” un buen tema, que se encontraba presente en el “Greatest hits” que salió a la venta en 2008. Como curioso podríamos calificar el séptimo corte del disco “When last I spoke to Carol”, comienza a ritmo de una guitarra española que va derivando en una canción sureña con vientos que nos acerca al spaghetti western, un intento curioso de variar el paso que por momentos parece acertado, el final de este corte da paso a “That´s how people grow up” canción que también era conocida por haber visto la luz en 2008, otro de los buenos trallazos de este disco sin duda. La siguiente canción es “One day goodbye will be farewell”, otro de los grandes temas de este disco sin duda, por sonido trepidante por momentos que en ocasiones recuerda a “Bigmouth Strikes again” y en la que aparece otra gran declaración “cuando muera quiero ir al infierno”, sin duda de lo mejor del disco. Tras la tormenta aparece la calma en forma de “It´s not your birthday anymore”, una buena balada que va creciendo por momentos. El corte número diez “You were good in your time” es sin duda lo más flojo del álbum, quizás a ello contribuyan la monotonía del tema, así como su “sensación” de final de disco que se ve rota al recordar que el disco tiene doce canciones, siendo la once “Sorry doesn´t help” una buena canción pop, con guitarras que asoman por momentos bajo la voz de Mozz y que anteceden a “I´m OK by myself” canción que va creciendo con un Morrissey que se permite uno d
e sus típicos juegos vocales a la par que canta “Noooooooooooooo” sobre una gran progresión rítmica distorsionada, un final de disco que te deja con la sensación de querer más.
Ni que decir tiene que no estamos ante el mejor álbum de Morrissey en solitario, pero si que es cierto que permitirá continuar con el debate entre los que adoran y detestan al artista. Un álbum que no decepcionará a los iniciados, pero que costará entender si se pretende llegar a él de buenas a primeras. Sin embargo hay un hecho innegable y es el carácter único e irrepetible de Morrissey, en palabras de otro gran artista como Loquillo “ Morrissey es un exquisito narcisista, urbanita e individualista, pura esencia de la decadencia europea, lo que más odian los críticos musicales”. Para muchos es el último dandy europeo, quizás el último icono del rock y uno de los grandes letristas de la música británica. Amado y odiado a partes iguales, la indiferencia no existe ante una figura de su magnitud.
Por Javi "EG"