Por: Àlex Guimerà
En 1971 la vida de Paul McCartney era ciertamente desconcertante. Con una vida familiar que se había acelerado los últimos dos años, al casarse con Linda Eastman y tener con ella dos hijas, Mary y Stella, además de adoptar a la hija de aquella, Heather; sus días transcurrían alejados de los focos de la prensa en la granja escocesa de Kintyre, tras dar un salto al vacío con la traumática separación de los Beatles (con pleitos incluidos) que le llevó al borde de la depresión.
Con dos excelentes álbumes publicados, el casero "McCartney" (1970) y "RAM" , que fueron injustamente tratados por la crítica - revalorizados con el tiempo -; el de Liverpool decidió que debía formar una nueva banda con la que dar rienda suelta a su creatividad musical a la vez que poder compaginar su emergente vida familiar. Por ello, llamó a dos músicos de nombre Denny para completar una formación en la que Linda aportaría voces y unos teclados que por entonces apenas sabía tocar. Hablamos de Denny Laine (ex Moddy Blues), quien aportaría guitarras y voces, y Denny Seiwell para la batería. Acababan de nacer los Wings, llamados para los que serían sus dos primeros álbumes Paul McCartney & The Wings .
Dos trabajos que ahora se reeditan remasterizados en distintos formatos y versiones, algunos para auténticos coleccionistas pudientes, en los que se incluye numerosos descartes y extras.
El primero de ellos, "Wild Life" (1971) , es un disco que si bien nunca aparecerá entre lo mejor de la banda, hay que contextualizarlo para verlo como un primer acercamiento de un grupo que acabó rodando a toda pastilla. Y de todo ello podemos sacar buenos momentos, como los arrebatos blues primarios de "Mumbo" y "Bip Bop", el encantador reggae ""Love Is Strange" o las dulces baladas de siempre de Paul "Tomorrow" o "Dear Friend".
Entre los extras contenidos en el segundo disco de la reedición, encontramos outtakes y grabaciones caseras de algunos de los temas que aparecen en el álbum, demasiado parecidos a los originales dando muestra de la pobre producción de las grabaciones finales. El encanto de estas tomas radica en la calidez del ambiente en las que fueron grabadas, más que caseras, diría que hogareñas.
De los extras merecen la pena "Good Rockin' Tonight", en la que Paul se disfraza de Elvis, el divertimento "African Yeah Yeah" y sobre todo la en su día controvertida y censurada por la BBC "Give Ireland Back To The Irish", con la que el rockero se posicionaba en el eterno conflicto nacional irlandés, en un acertado pub rock que aparece en el paquete en doble versión , cantada e instrumental.
Para su disco posterior , "Red Rose Speedway" (1973), se añadió a la formación el virtuoso guitarrista Henry McCullough y se puso mayor énfasis en el proceso de grabación y producción. El resultado no podía ser más satisfactorio, pues dio con el que muchos consideran el mejor disco de los Wings, si no fuera por el que siguió a éste , el exitoso "Band On The Run" (1973).
Razones no les faltan si se escuchan los coros de "Big Barn Bed", el romanticismo naif de "My Love", el rock setentero de primera fila "Get On The Right Thing", el medio tiempo de tintes country "One More Kiss", la pieza de orfebrería sonora que es "Little Lamb Dragon" (dulce, tierna y pegadiza), el standard al piano "Single Pigeon" o el soul edulcorado de "When The Night". Pero aún hay más, como una auténtica pieza de rock progresivo, "Loup", digno de los mejores Pink Floyd o King Crimson y un impresionante medley final "Hold Me Tight / "Lazy Dinamite" / "Hands Of Love" / "Power Cut", perfectos retales melódicos para el cierre de esta obra magna.
El segundo disco incluido en esta reedición esconde unos extras que no lo son tanto. Primero capitaneados por el que fue el primer éxito post-beatle del músico, "Live And Let Di"" (¡ojo también a la versión no orquestada!), un tema que le encargó George Martin para completar la banda sonoroa original de la película de James Bond de igual título que el productor estaba componiendo. También está el single rockero ""Hi Hi HI" (¿High High High por aquello de colocado?) y su cara B a modo de reggae "C Moon", que obtuvieron cierta notoriedad en las listas de éxitos aún sin ser incluidas en ningún álbum de los Wings. Muestras de la especial prodigalidad creativa que tuvo el genio de Liverpool a lo largo de los años 72 y 73. Algo que confirman las también aquí incluidas "Mary Had A little Lamb", "The Mess", "Best Friend", "1882", en un fresco directo, o "Jazz Street", entre muchas otras.
"Wild Life" y "Red Rose Speedway" se gestaron entre medio de unas interminables giras que arrancaron en pequeño formato en circuitos universitarios británicos para una vez fogueada la banda dar paso a las masivas Wings Over Europe y Wings Over America, en las que McCartney viajó con la familia al completo en un autobús que rememoraba su fallido Magical Mistery Tour.
Una maravillosa época y banda que, afortunadamente, estos últimos años se ha ido recuperando con la reedición a cuenta gotas de sus discos (también de Macca en solitario), previa lavada de cara en estudio. Inmejorable excusa para adentrarse en un universo a reivindicar de un músico injustamente marcado por el paso de la sacrosanta banda de los sesenta y que a menudo ha quedado eclipsado por la fuerza de la naturaleza que fue su alma mater artística John Lennon. La realidad nos muestra un genio sin igual y unos discos formidables que esconden demasiadas joyas enterradas para el gran público.