“Nuestras letras se podrían describir como canciones-pensamiento, donde lo poético y lo conceptual van de la mano”
Desde hace tiempo los lectores habituales de nuestras páginas sabrán que con total merecimiento Ornamento y Delito han logrado convertirse en uno de los grupos favoritos de todos los que hacemos posible “El Giradiscos”.
Su actitud, afán beligerante e inteligencia, plasmados a la perfección en unas canciones tan crudas como brillantes, han hecho que disco a disco nuestra devoción hacia su propuesta haya crecido exponencialmente hasta el punto de hablar de ellos como el grupo más interesante que actualmente pasea palmito por el panorama musical patrio.
Un hecho que se han encargado de volver a poner de manifiesto con su nuevo, último y flamante trabajo, El Espíritu Objetivo, con el que su rock visceral da paso a una serie de composiciones que juegan con los sintetizadores y un sonido más depurado, sin por ello perder de vista la esencia fundamental de la banda basada en una rotunda visceralidad.
Días antes de su concierto del próximo jueves en la madrileña sala Moby Dick, nos ponemos en contacto con ellos, para rendirles pleitesía y también, cómo no, para conocer un poco más de cerca todo lo que rodea a la actualidad de Ornamento y Delito.
Después de tres años volvemos a encontrarnos con Ornamento y Delito, uno de nuestros grupos favoritos del panorama estatal. La primera pregunta es obligatoria. ¿Dónde os habéis metido durante todo éste tiempo? ¿Sois conscientes de que os hemos echado bastante de menos?
David: Queríamos tomárnoslo con más calma. Los dos primeros discos con Limbo salieron con apenas un año de diferencia y nos parecía sensato dejar que pasase un poco el tiempo. No obstante nuestro bajista cambió en mitad de la composición del disco y esto retrasó un poco todo. Todo ha venido bien para el resultado final del disco.
Ricardo: Además de eso, la propia preparación del disco ha sido muy prolongada. Desde que empezamos a preparar las primeras maquetas hasta el final del proceso, hemos estado trabajando en ello más de un año y medio. Hemos querido hacerlo de manera cuidadosa, atendiendo a los detalles, y eso lleva tiempo.
Volvéis con “El Espíritu Objetivo” un trabajo con el que una vez más nos hacéis esbozar una sonrisa de franca complicidad. En primer lugar por el título que habéis elegido, bastante descriptivo, y que desde la toma de contacto inicial hace pensar que lo que uno se va a encontrar no son solamente canciones para el disfrute, que también, sino cortes que a la vez invitan a pensar. ¿Estamos en lo cierto? ¿Qué es lo que os ha impulsado a elegir dicho título?
Gari: Sí, das en el clavo. A mucha gente del mundo del pop le chochará nuestro modo de afrontar las canciones y nos gusta advertir desde el principio lo que hay. Es algo, que ya estaba en el propio nombre del grupo, algo así como una señal de: “atención, canciones no aptas para personas que no estén dispuestas a pensar”. Hay una cosa que le leí una vez a Lou Reed sobre su idea de las canciones; decía que él no quería hacer simples canciones para un consumo rápido, sino que quería hacer arte con mayúsculas, música y literatura con mayúsculas, comparable a Shakespeare, Goethe o Joyce. Me siento completamente identificado: somos pretenciosos, sí, y sin complejos, para nosotros esto no es una cualidad negativa, somos pretenciosos porque podemos serlo, porque nos atrevemos y tenemos la capacidad para llegar a ese nivel simbólico y conceptual. El que busque pop como lugar para la dispersión y la ligereza, para no jamarse el tarro y descansar de las preocupaciones diarias (cosa que me parece muy legítima), que no pierda el tiempo con nosotros. Si hiciéramos cine, lo nuestro se parecería más a una película de Sokurov o Buñuel que a una comedia romántica.
En el mismo se reinterpretan las coordenadas musicales que os han hecho famosos, basadas en una querencia por los sonidos que van del post-punk al rock, aunque en ésta ocasión marcados por un afán mucho más ambiental, en el que los sintetizadores cobran un gran protagonismo, tanto que una vez más nos permitirían hablar de un grupo muy heterogéneo en lo musical. ¿A qué responde esta evolución en vuestras canciones?
Ricardo: Es verdad que hay más sintetizadores y un sonido más depurado de guitarras, bajo o batería. Hemos querido trabajar despacio en ello porque considerábamos que era un momento adecuado para evolucionar en ciertas cuestiones técnicas, que también son importantes.
Gari: Casi todas las canciones se compusieron a partir del sintetizador, lo que llamaba a otro tipo de arreglos, una forma más planeante y atmosférica, y un cuidado especial en todo el acabado. Es algo que choca, especialmente, con “Adorno”, que era un disco más clásico, más rockero; yo creo que hemos retomado algo que estaba en “Rompecabezas” y lo hemos pulido.
Por otra parte, hemos disfrutado mucho al sentiros otra vez repletos de ese afán crítico, oscuro y socarrón que siempre ha caracterizado a vuestras letras, algo que nos encanta. ¿Os habéis quedado a gusto al escupir contra todo lo que un hombre de bien debe escupir hoy en día?
Ricardo: Aunque OyD siempre ha mirado hacia lo social, no cabe duda de que estamos en un momento realmente propicio para ello. Como a mucha gente, nos indigna ciertas situaciones y abusos que, cada vez más, salen a la luz.
Gari: Uff, para quedarse a gusto no bastaría con escupir, creo que sólo cambiando las cosas se queda uno realmente a gusto y para eso hay que ir más allá de las canciones.
Hay canciones que tienen una vigencia que asusta como “Laissez Faire” o “Zona Algo Más”. ¿Qué sentís al interpretar éstas canciones en el local de ensayo y en vivo? ¿Cuál es la reacción del público ante ellas?
Ricardo: Hasta ahora las hemos tocado poco en público, con lo que es pronto para hablar. No obstante, diría que la rabia tan a flor de piel que tiene Laissez, es fácil que se contagie al público, en una situación social, como ya hemos dicho arriba, tan urgente como la que vivimos.
Rober: Es cierto, ambas canciones, con el permiso de Carnaval armado, son las más comentadas por la gente, y por distintos motivos: por una lado la rabia que desprende Laissez Faire y esa nostalgia agridulce que impregna Zona algo más.
Al escuchar lo que decís en vuestras letras uno no puede evitar que se le vengan a la cabeza palabras como crudeza, compromiso e inteligencia. ¿Qué os parece la afirmación?
Gari: Lo veo atinado. Se suele describir nuestras letras como irónicas y, aunque a veces pueden tener un punto, creo que en este disco no hay demasiada ironía, veo en todo caso, como bien dices, “crudeza”, trato de describir las cosas del modo más descarnado, eliminando toda empatía, como un etólogo. Creo que se podría describir las letras de OyD como canciones-pensamiento, lo poético y lo conceptual van de la mano, es algo que creo aprendí en parte de Lagartija Nick.
Con “Hidalguía Universal” da la sensación de que su letra la habéis escrito directamente con las tripas. Cómo vizcaínos que sois, ¿qué queríais reflejar con una letra tan personal?
Ricardo: Como vizcaíno que soy, quería reflexionar sobre lo que suponer ser un emigrante vasco en Madrid.
Gari: Efectivamente, Ricardo es de Valladolid (el pobre creo que está hasta el gorro de estas historias... los vascos no se cansan de su vasquitud ni aunque emigren). La canción se relaciona con otra anterior, “El grupo del metal”, que salió en nuestra primera maqueta, “Relicario”. Habla sobre la Margen Izquierda (la zona clásicamente obrera del Bilbao Metropolitano, de donde somos David, Rober y yo); recuerda cómo era en nuestra infancia, cuando no había centros comerciales ni casi coches, cuando había muchos terrenos sin urbanizar ocupados por huertas urbanas: la mayor parte de la población eran emigrantes rurales, que habían venido de todas partes de España (La Rioja, Castilla León, Galicia, Extremadura, Andalucía...), muchos llegaron en los años 60 y aunque trabajaban en la industria, todavía tenían “alma de labradores”, como escribía Kirmen Uribe y adaptaban magníficamente Elurretan: http://elurretan.bandcamp.com/track/6-te-quiero-no
Luego vino la desindustrialización de la mano de Felipe González y más tarde el Guggenheim, los centros comerciales y ese Bilbao 2.0 al que empieza a llegar el turismo. Para mí esto sólo tiene un nombre: ¡Humillación!
Aunque si tuviera que hablar de mis dos cortes predilectos del disco debería de hablar primero de “Siamés”; un tema que me recuerda mucho a Parálisis Permanente y su “Unidos”. ¿Van por ahí los tiros?
Ricardo: Por el título podría parecerlo, aunque yo creo que Parálisis se orientaba más a lo bizarro, las películas de serie B o la parada de los monstruos; y Gari intenta indagar en las relaciones de pareja, trascender a lo personal a partir de la metáfora de los siameses.
Gari: Es cierto lo que dice Ricardo pero también es cierto que en el título me inspiré en Parálisis Permanente. Tal vez si Eduardo Benavente no hubiera muerto tan joven, sus letras habrían evolucionado, madurado hacia algo más parecido a lo que hacemos nosotros. Yo, en el fondo, no soy más que un gótico que ha crecido.
Y después de “Radio”, un corte que creo que demuestra que los chicos de Ornamento y Delito tienen su corazoncito, donde habláis de Jota, Luque y Alfaro, y hasta hacéis alusión al “Rompeolas” de Loquillo y Trogloditas en una canción con claro aires a Depeche Mode, New Order y Bowie. ¿Vaya amalgama de nombres, no? ¿Se puede ser más tolerante y abierto musicalmente hablando?
David: Es un tema ochentero donde aparecen personajes de los 90. Durante esas dos décadas nos hicimos mayores y esa fue nuestra banda sonora.
Ricardo: Somos muy melómanos y tenemos pocos prejuicios. A todos nos gustan cosas muy variadas.
Siendo sincero, debo confesar que al enfrentarme a “El Espíritu Objetivo” en primera instancia, eché a faltar la canción que sé que habéis dedicado al gran Jaime Urrutia. ¿Por qué finalmente no se incluyó en el disco? ¿Cómo surgió la idea de dedicarle una canción? ¿Verá la luz de alguna forma?
Ricardo: No estaba acabada cuando trabajábamos en el disco, así que ni nos lo planteamos.
Gari: No tengo muy claro que vaya a ver la luz. De momento la grabaremos en la próxima maqueta, este verano. Jaime siempre ha sido uno de mis principales referentes y me hizo gracia hacerle un homenaje, igual que se lo hicimos en su día al bar “Fotomatón” (que también fue uno de nuestros “referentes” cuando empezamos).
Por cierto, Yiyi, sabemos que tuviste el placer de compartir una comida con Jaime para la grabación de un espacio de televisión. ¿Qué sentiste al compartir mesa y mantel con uno de tus mitos? ¿Qué resaltarías de él? ¿Has acordado alguna colaboración entre “El Maestro” y Ornamento y Delito?
Gari: Estuvimos realmente David, Rober y yo. Cuando las cámara dejan de grabar se relaja y escucha más; es un tío excelente, que sigue manteniendo un espíritu genuinamente rockero, nos contó su vida y milagros y estuvimos encantados de escucharla, también hubo algún momento para la polémica y la discusión (temas de los derechos de autor). Lo que más destaco es que aun es capaz de hacer grandísimas canciones y eso lo puedo decir de muy pocos de los que protagonizaron la nueva ola. Y no, no hemos acordado colaboraciones... de hecho, lo que menos me mola es cuando colaboran sus colegas (Bunbury, Loquillo y compañía) con él, me gusta escucharle a él solito.
Con “El Espíritu Objetivo” cerráis una exitosa trilogía dentro del sello Limbo Starr, que completan los anteriores “Rompecabezas de Moda y Perfección Moral” y “Adorno”. ¿Qué sentís al mirar atrás y ver que habéis conseguido firmar tres obras tan rotundas como consistentes?
Gari: Tampoco somos tan conscientes. Nos gustan, porque si no no las habríamos sacado, aunque también se nos queda siempre alguna espinita clavada, sobre la producción, que esto podría sonar de otra manera, que es una pena que esta canción, que nos mola tanto, no suene de otra forma... Esa sensación de obra consistente, perfecta... creo que los que la firmamos no la solemos tener.
Por cierto, ¿sois conscientes de que habéis firmado uno de los discos del año?
David: Somos conscientes de que nos encanta el disco. De ahí a que sea uno de los discos del año, no lo sé. Habrá que mirar las famosas listas de diciembre… Para nosotros es una pasada haber sacado estos tres discos con Limbo. Creo que son tres obras complementarias, donde se ve perfectamente la evolución de la banda.
Ricardo: Por el trabajo y el tiempo que nos ha llevado, para nosotros sí que es nuestro disco del año, o más bien, de los dos años pasados. (Risas)
Actualmente están apareciendo bandas como León Benavente que están gozando de una interesante acogida; grupos con un buen directo y un compromiso musical y artístico a prueba de bombas. ¿Creéis que es el momento y el disco idóneo para que Ornamento acabe de ser abrazada por el gran público? (algo que creo merecéis de todas todas)
Gari: Ojalá. De todos modos, León Benavente o El columpio asesino, que son bandas afines en algunos puntos, tienen un elemento pop, de cierta “ligereza” o “frescura”, que nosotros ni tenemos ni buscamos. Aunque me gustan, no creo que sea una comparación del todo acertada; siento que nuestras canciones exigen una mayor exposición emocional y vital, sin esa disposición, nuestra música no se entiende. Personalmente me siento más identificado con gente como Corcobado o Pablo un Destruktion.
¿Qué planes manejáis para los próximos meses?
Ricardo: Presentar el disco el 19 de Junio en Moby Dick, tocar en Julio en el Palm Fest y visitar otras ciudades a partir de septiembre.
Gari: Y a partir de septiembre, empezar a movernos por distintas ciudades a presentar el disco. Aun no tenemos nada cerrado pero Bilbao y Barcelona deberían caer seguro.
¿Qué podéis adelantarnos de la presentación del disco que tendrá lugar en Madrid en los próximos días?
David: Estaremos tocando con Somos la Herencia el 19 de Junio en Moby Dick en Madrid. Tocaremos el grosso del nuevo disco dejando sitio para éxitos del ayer…
Ricardo: Que haremos un concierto con todas las ganas del mundo, porque hace bastante que no nos plantamos en un escenario.
Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com