Tener por nombre de grupo Help Me Devil y una portada de disco en la que aparece un dibujo con dos hombres negros, uno de ello tocando una guitarra, rodeados de llamas llevaría con lógica a pensar que es el blues la idea central de un proyecto así. Algo no exacto, ya que a pesar de la influencia que dicho estilo tiene en todas sus derivaciones, es el rock and roll clásico y primitivo lo que verdaderamente mueve a este grupo.
Liderados por Juan Carlos Parlange (ex Los Clavos y Los Bonzos), le acompañan Mario Vega (bajo) y en esta ocasión cuentan con la incorporación definitiva de Julia Pérez a la batería. Un cuarto elemento esencial en la forma definitiva de la banda es Matt Verta-Ray (Heavy Trash), que ya colaboró en su disco debut y que repite en la producción e introduciendo alguna guitarra en este “Lokanta Hell”.
Grabado en Nueva York, el nuevo álbum continúa sustancialmente el camino emprendido por aquel homónimo editado hace un año, aunque puestos a buscar algunas diferencias se podría hallar en el sonido global algo más pulido y limpio. Pero en definitivas cuentas estamos ante otro muestrario amplio de rock and roll, , que partiendo de lo más primigenio, no duda en moverse por sus amplios márgenes y derivaciones.
Es por eso que a lo largo de sus catorce canciones nos vamos a topar con muchas maneras de afrontar ese sonido clásico. “One Tough Mothercat” opta por una representación más ortodoxa y que engloba a músicos que van desde Vince Taylor a Eddie Cochran. Su forma más bailable, con reminiscencias a los ritmos de Jerry Lee Lewis y con la incorporación de los efectivos y concisos coros por parte de Julia (una agradable constante en el disco), es la elegida para “Looking for Love in the Wrong Places”. Un rockabilly más oscuro y sucio, con algunos momentos álgidos de desenfreno, se muestra en “Jolie Jolie”, mientras que para “Losers Live Longer” toca un sonido que se funde con lo country y en el que deja de tener la total preponderancia lo eléctrico. Características ambas que se harán del todo presentes en la campestre “Too Much Rice, Too Little Chicken”.
Otros temas se saldrán de ese camino tan “rockandrollero”, o por lo menos en su representación más clásica, e incluso irán en busca de melodías más pop, en el sentido “ramoniano” de la palabra, como sucede en el caso de “Never Stand If You Can Walk” o más cercanos a esos ritmos pegadizos de Violent Femmes en “Bought and Sold and Done For”. Siguiendo con la presencia del tono acústico llega la épica, y con ambientación cercana al “death country”, de “Behind the 8 Ball” . La entrada, que ya se anticipaba en el tema anterior, de una harmónica asesina tocada por Daddy Long Legs, llevará al grupo por medio de “Pouring Water on a Drowning Man” y “Lord Give me Strenghy (I’ll Steal the Rest”)”, con ese aire a los primeros Legendary Shack Shakers, a terrenos más blues.
La parte más cruda e intensa de este segundo disco de Help Me Devil llega con su acercamiento a los Cramps, ya sea por medio de “She’s Mine”, canción original de Hasil Adkins al que ya versionaron en el pasado disco, o de “I Served my Time in Hell”. Un buen colofón para demostrar la firmeza de un proyecto que actualiza y muestra con toda la contundencia el sonido que emana del rock and roll y que puede moldearse de formas diversas, de las que estos madrileños consiguen sacar todo el jugo posible.
Kepa Arbizu