Hubo un momento en la vida musical de este oblicuo país en que la música tuvo más valía de la que nunca tuvo. Nació, cómo no, una moda, un momento concreto en que todo se alineó de una forma casi meticulosa.
Muere el dictador, despierta la cultura.
Nació ese monstruo llamado “movida madrileña”, movimiento del que unos renegaron y otros siguen aprovechando hasta la saciedad, sin llegar a buen puerto. Una vez situados, hermanitos, empecemos con la concreción.
Muchos grupos nacieron, algunos se sobrevaloraron, porque, claro, nunca se profundizó en la forma de aquello, si no en su explosión, y eso a veces da buenos y otras malos resultados. En toda la marabunta de opciones, aparece Esclarecidos, publicando su primer single en el 82 y diciendo adiós en el 96 con “La fuerza de los Débiles”. Esclarecidos fue sin duda uno de los grupos más elegantes del panorama, sino el que más. Ellos sabían tocar, sabían hacer canciones, sabían estar encima de un escenario, parecían salidos de alguna peli de Truffaut, eran “cool” y sin embargo interesantes. La elegancia en la voz y la presencia de Cristina Lliso enamoró musicalmente a toda una generación de nuevos bohemios. La filosofía de sus letras, los guantes de Cristina, la cercanía asesina a los sentimientos más puros y cotidianos hicieron de Esclarecidos un referente para el pop bien entendido.
Después de su etapa en Lliso, nunca entendida por la mayoría, pero muy interesante, Cristina desapareció.
Se convirtió en uno de esos personajes necesarios en el tedio musical, una presencia que se necesita, como una siesta en medio del huracán, una calma en el corazón.
Cristina Lliso publica “Si alguna Vez”, un disco precioso, pop, bello, canciones, dulzura, literatura, poesía, amor, sonrisas, paz... la asociación ya obligada de Suso Sáiz hace de esto un momento a recordar...
Un disco muy, muy real, optimista, sin prejuicios, con dos letras bellísimas del gran Alfonso Pérez, (letrista de Esclarecidos y batería, cabeza visible de Dro y ahora de Warner y marido de Cristina) y la propia Cristina. Amasado codo a codo con Suso y su hijo Emilio, “Si alguna Vez” se convierte en un acierto y una evolución preciosista de lo que fue Cristina Lliso en Esclarecidos.
“Sé que llevas media vida luchando contra una pared, intentando dar calor a un corazón helado que de tanto protegerse se ha encerrado en otro mundo”.
“Es la ventaja de vivir en la frontera, a un paso de aquí o de allá, una imagen de espejos falsos que pisar sin hacerte añicos”. Poesía.
Uno de mis recuerdos más fuertes, musicalmente hablando, de la adolescencia, fue el día que compré la cinta de “Dragón Negro”, desde ese momento, puedo asegurar, que sabía que así quería que fueran mis canciones, las que aún no había empezado a hacer, ni sabía como hacerlas. Meses después vi un cartel de la portada del disco, tocarían en unas semanas en mi ciudad. Recuerdo pagar 150 pesetas, entrar en el centro cultural y ver los instrumentos, el brillo del saxo, una única luz roja sobre el micro de Cristina. Comenzaron el concierto con “Y Subimos”, nunca olvidaré ese momento. Nunca olvidaré sus guantes al aire, voleando palabras. Tenía entonces quince años, ahora con treinta y uno sólo deseo poder volver a ver a Cristina cantando sus canciones en directo, ojalá. Y de alguna manera devolver aquella experiencia de nuevo a su dueña, la dueña de aquellas canciones, que las hizo suyas con la elegancia y la simpleza de las grandes estrellas de cine de los cincuenta, con movimientos lentos y bellos, con susurros y promesas convertidas en canciones.
Gracias Cristina, gracias Suso por estas canciones, una vez más.
Por: R.