Anni B Sweet: “Oh, Monsters!”

Hace un par de días que se puso a la venta “Oh, Monsters!” (Subterfuge Records), el segundo trabajo en la particular discografía de Anni B Sweet, la joven malagueña que en el año 2009 sorprendía tanto a público como crítica con la publicación de “Start, Restart, Undo”, un estupendo álbum repleto de dulzura y sutileza que a ritmo de folk-pop logró encandilar a miles de personas tanto dentro de nuestro país como fuera de él, hasta el punto de convertirse en uno de los grandes fenómenos musicales que han azotado nuestro panorama en los últimos tiempos.

Tres son los años que han pasado desde aquella obra inicial. Y la verdad es que desde el exterior uno no puede evitar tener la sensación de que durante todo este período de tiempo la vida de Ana López ha cambiado ostensiblemente, algo que se refleja en la temática de las canciones que finalmente aparecen en “Oh, Monsters!”, dando forma a un álbum en el que es patente un pequeño poso de insatisfacción personal, a pesar de todo lo bueno que le está ocurriendo en el ámbito profesional a la artista de Fuengirola. 

En su nuevo disco nos encontramos a un Anni que da un paso hacia adelante en busca de una relativa madurez, pese a la juventud que la contempla, algo que salta a la vista desde la primera escucha de “Oh, Monsters!”. Una madurez que se muestra en una doble vertiente. De un lado en lo que se refiere a la variedad de elementos y estilos musicales hacia los que se abre su propuesta. Del otro en lo tocante al calado de su discurso. El cual va mucho más allá del encanto “naíf” de su debut, al crear  unos textos que afrontan temas como el desamor, la soledad o el paso del tiempo, con una convicción y sinceridad que desarma. Logrando con ellos algo realmente complicado como es el hecho de ser capaz de devolvernos en sus letras el reflejo de una Anni B Sweet algo cambiada respecto a lo que conocimos no mucho tiempo atrás, pero a la vez saludablemente reconocible. 

Debemos confesar que al escuchar “At Home”, el single de adelanto semanas atrás, nos dejó relativamente sorprendidos. En primera instancia por tratarse de un corte con regusto a dream-pop, algo insospechado que a posteriori entendimos como un claro mensaje a navegantes. En el mismo las cartas se ponen boca arriba sin remisión para dejarnos claro que “Oh, Monsters!” es un trabajo en el que las ambientaciones adquirirán una importancia casi vital a lo largo de todo el minutaje, como reflejan claramente otros cortes incluidos, tal es el caso de “Catastrophe of Love” o “Gone If I Close my Eyes”. 

Sin embargo no todo son cambios pues las guitarras acústicas siguen teniendo gran importancia, como muestra la belleza desnuda de “Locked in Verses” o “Hole in my Room”, pero en esta ocasión compartiendo protagonismo con sus compañeras eléctricas, “Ridiculous Games 2060” es un claro ejemplo de ello, e incluso con pequeños arrebatos electrónicos que sorprenden sin desentonar, “Missing a Stranger” es una pequeña joya que se mueve en esa línea siendo uno de los mayores aciertos de todo el material incluido, dando vida a un álbum más diverso en contenido de lo que cabría esperar en primera instancia.

Dentro de la colección de canciones que nos propone Anni B Sweet nos vemos en la tesitura de destacar cortes como “Getting Older”, con su lluvia de instrumentos y una interpretación que va de la calma a la rabia, la trepidante “Remember Today” o la incalculable belleza de “The Closer”, sin duda alguna creaciones que ya figuran entre lo mejor que se ha hecho en este país durante los últimos meses. Tampoco sería justo dejar fuera de esta clasificación un tema como “Good Bye Child”, sobre todo por la sentida añoranza que logra transmitirnos. 

No falta un sorprendente acercamiento a sonidos fronterizos como el propuesto en “Monsters” que inevitablemente nos hacen pensar en grupos como Calexico, Fleet Floxes o Los Coronas, unos referentes a los que habría que sumar los nombres de grupos como Radiohead, The Shines, The National y Nick Drake, básico para entender de donde nace un disco tan diverso, pero al que no se puede acusar de falta de coherencia y unidad.

La valoración final de “Oh, Monsters!” es más que positiva. En primer lugar porque consideramos que de manera global estamos ante un trabajo que sirve de confirmación absoluta de Anni B Sweet como artista, si es que eso a estas alturas era necesario, superando con creces lo que nos mostraba en su primer disco. Si a ello le añadimos el matiz de que en lo musical no ha abogado por el inmovilismo, siendo participe de incluir nuevos colores en su paleta, fusionándolos de manera acertada y volviendo a registrar una interpretación vocal a la altura de lo que podíamos esperar creemos que está todo dicho. Desde aquí no queda otra que felicitarle por el gran trabajo realizado y desearle la mejor de las suertes en sus presentaciones en directo. 


Por: Javier González / javi@elgiradiscos.com