Rock, surf, blues y spaghetti
western se concilian en “Santa Leone”,
un disco de los que se oyen bien, que de esos ya quedan menos. Una edición de
lujo en vinilo de 12” que tiene la deferencia de regalarnos Andrés “Pájaro”, una elegancia que no tiene precio y un bagaje y
experiencia que también podría haberse guardado para sí porque en estos tiempos
tenebrosos para el buen hacer lo que podrá conseguir es que unos cuantos lo
disfrutemos como es debido y otros muchos, muchísimos, no hagan ni caso a la
elegancia, que de eso van los tiros hoy en día. Si estamos hablando de artista
maldito, gloria a los malditos.
Andrés
Herrera
es el Pájaro, mítico guitarrista
sevillano que acompañó, entre otros, al mítico Silvio en Sacramento, a Kiko Veneno o a Pata Negra.
Pensemos en Dick Dale y los Del-Tones,
sí, Dick Dale, ese tío que hacía
música surf, zurdo, el que no Invertia las cuerdas de su guitarra para poder
tocarla con la mano izquierda, como más tarde haría Jimmi Hendrix, al que le fabricaron las púas de metal porque de tan
rápido que tocaba fundía una de plástico en un solo tema, sí ese…sí y también
el del famoso tema de Pulp Fiction…pues
pensemos en Dick Dale y también en Adriano Celentano, el de “Ill ragazzo Della via Gluck”, el mismo
que hizo de Satanás en “La pasión de Cristo”. Pues pensemos en Dick Dale, Adriano Celentano y también en Marc
Ribot, como todos sabréis, músico de confianza de Tom Waits, de T-Bone Burnett,
y colaborador de grandes como McCoy
Tyner o Casandra Wilson. El
guitarrista por excelencia con sonido propio, Marc Ribot es sonido, como dicen los americanos: “have your sound”.
Siempre falta alguien que domine
todas las ideas de las diferentes influencias adquiridas durante años y años de
bagaje musical, de éxitos y fracasos estrepitosos, de ganas de tirar la
guitarra al río y de las ganas de hacer otra canción, del duro camino del
músico curioso, del que no se conforma prácticamente con nada. Hace falta un
maestro de ceremonias para hilar todas estas reminiscencias de la historia del
rock and roll y ese es Ennio Morricone
el que nos mostró el camino en el que se funde música y cine en una misma
cinta.
Andrés “Pájaro”, ha hecho un disco
cinematográfico, un disco cargado de imágenes y fotografías, desde la
inquietante “Las Criaturas”, con
texto de San Juan de la Cruz, hasta “Luces Rojas”, composición de Kiko Veneno, pasando por las
maravillosas “Tres pasos al Cielo” e “Ione”, donde el espíritu de Dick Dale nos coge del cuello y nos
explica de qué va la cosa.
A medio camino entre el
rockabilly, el rock, el swing, el western, la música de guitarras. Un acierto
de disco, redondo, que se vuelve a degustar en cada escucha. Música buena hecha
por grandísimos músicos para gente buena.
Por muchos años, Pájaro.
Por R.