Pocos son los que pueden responder con propiedad a la pregunta ¿Quién se esconde detrás de Lana del Rey? Está claro que si buscamos a la persona, deberíamos responder que nos referimos a una neoyorkina de veinticinco años llamada Elizabeth Grant. Sin embargo, si atendemos a su música y nos fijamos en la artista, la respuesta se diluye entre incógnitas.
Tras un EP prometedor llamado “Lana del Rey” lanzado el 10 de enero y compuesto por cuatro canciones, ha llegado este 31 de enero “Born to die” que suma 11 nuevos cortes a los temas recogidos en el EP y que configura el primer disco oficial de la cantante norteamericana (pese que hace dos años se diera a conocer con “Lana del Rey a.k.a. Lizzy Grant”, disco que salió directamente en descarga digital).
Antes de entrar a analizar el disco, habría que destacar que los medios, críticos e industria ya han juzgado este debut antes de su aparición en el mercado. Ciertamente, su llegada ha levantado una enorme expectación, pues prometía ofrecer un punto de unión entre la llamada música comercial o “mediática” y la llamada música no comercial o “alternativa” (ambos conceptos abstractos y antitéticos salvo extrañas ocasiones). Es por ello, que nos hicimos rápidamente con una copia que poner en nuestro reproductor y tras varias escuchas y análisis, hemos llegado a una conclusión final, "inconcluyente”.
Si nos guiamos por las cuatro canciones recogidas en el EP y que abren el disco, la valoración sería más que positiva: “Born to die” (canción solemne, de perfecta melodía y excelentemente producción), “Off the Races” (incursión electropop, que nos presenta una letra casi recitada con una cobertura electrónica y rítmica considerablemente pegadiza), “Blue Jeans” (pop de calidad, con ecos de electrónica y sabor a himno) y “Video Games” (corte clásico y minimalista, a medio camino entre el pop y el rock ligero, con una interpretación sobresaliente de la artista). Sin embargo, las 11 canciones siguientes poseen un desarrollo muy desigual, pues la música “mediática” comienza a ganar terreno. Encontramos intentos de crear hits comerciales que no aportan nada nuevo “Lolita”, “Lucky games” o “National Athens” (pese a ser realmente efectistas), hermanas menores de su single “Born to die” que mantienen el guión marcado por aquella repititendo sus mismos elementos “Without you”, “Summertime sadness” o “Radio” (donde vuelve a sobresalir su producción) y canciones que tratan de poner el foco en la voz y peculiar estilo de la artista como es el caso de “Carmen”.
En definitiva, estamos ante un disco que más que unir dos vías irreconciliables, parece decantarse más hacia la comercialidad (de hecho su canción “National Anthem” ya propone que “Money is the reason we exist”), lo cual nos hace plantear la nueva duda de si Lana del Rey podrá defender sobre el escenario la calidad vocal de muchos de sus temas grabados.
Sin embargo, volvemos a escuchar el disco subiendo el volumen en sus cuatro primeros cortes y…
Por: Rubén López
ruben@elgiradiscos.com