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Con su primer disco en el célebre sello Mushroom Pillow, los de Pamplona, no dejan de sorprendernos con el que puede denominarse el más pop de sus trabajos. Conservando su agresividad animal pulida y mejorada con guitarras desgarradoras, rematan y sellan cada canción con una elegante electrónica que permite pasar de puntillas por el infierno.
La presencia de la voz exquisita de Cristina Martínez otorga al álbum un resultado resplandeciente, ya sea debutando como vocalista en solitario o acompañando a Álbaro Arizaleta.
Cargado de letras directas y notas luminosas que han evolucionado desde sus comienzos teóricos y abstractos, este álbum promete joyas como los cortes "Diamantes", o "Perlas", envueltos en un brillo electrizante y decadente que nos atrapa en una atmósfera narcótica llena de sonidos magnéticos.
El single por excelencia es "Toro", con un estribillo contagioso, vivaz y muy bailable, que recuerda impulsivas noches frenéticas, en contraposición a "Pez en la ola", "MDMA" o "Corazón Anguloso", canciones más tranquilas y reflexivas.
El disco se completa con dos fabulosas versiones, "On the floor" de We are Standard, y una visión libre del "The Endless Plain Of Fortune” de John Cale convertida en "Cisne de Cristal".
De esta manera, y junto a grandes como Triángulo de Amor Bizarro, Nudozurdo o Pony Bravo, el quinteto ocupa su lugar privilegiado en el reino del rock patrio.
Por: Sara Hohenhole.
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