Martes 30 de Noviembre. Sala “El Sol”. Madrid.
The Bright, o lo que es lo mismo Miryam Gutiérrez y Aníbal Sánchez, es un dueto procedente de León de cuya existencia tuvimos constancia hace relativamente pocas semanas. A nuestro correo llegó una hoja de promo y una dirección de myspace que, como en tantos otras ocasiones, nos hicieron acercarnos hasta su música. Minutos después de comenzar una apresurada escucha a sus canciones, el veredicto era claro. Lo que oíamos nos gustaba, por eso había que seguirles la pista.
The Bright propone un folk-rock repleto de sentimiento y buen gusto. Deudores del sonido americano, entre sus referentes suelen nombrarse a Tom Petty, Gram Parsons, Lucinda Williams o Neil Young, por citar algunos ejemplos, pero también escuchándoles detenidamente llegan ecos que por momentos nos recuerdan a PJ Harvey o Ani Difranco, quizás solo sea por el particular fraseo de Myriam vocalista de la banda, el caso es que a veces nos recuerdan a estas últimas.
El siempre caprichoso calendario de conciertos quiso que ayer noche The Bright hicieran parada en “En los Martes al Sol”, en la última noche del mes de noviembre, para presentar algunas de las canciones de su Ep de homónimo título. Ante tal tesitura acudir hasta el centro de la capital era una obligación para todo aquel amante de la buena música que se precie. Por ese motivo decidimos acercarnos para ver que era lo que proponían en su directo.
La realidad es que no muchos nos acercamos ayer hasta la calle Jardines, el día no acompañó en ningún momento y quizás ahí encontremos el motivo de la escasa respuesta por parte del público. Si bien es cierto que aquellos que dimos un paso al frente acudiendo al evento, disfrutamos sobremanera con lo que allí aconteció.
Sobre las once menos cuarto de la noche aparecieron en escena The Bright, en una minimalista formación de trío. En esta ocasión Miryam y Anibal, estuvieron acompañados al bajo por Juan Marigorta, persona encargada de la brillante producción de su primer Ep.
A renglón seguido, sin solución de continuidad, comenzaron a sonar las canciones. Las cuatro que conocíamos y muchas novedades de reciente composición con las que lograron seguir ganando adeptos para su causa.
Rompieron el hielo con la maravillosa “Coffee and Wine”, en un gesto que interpreté como una forma de ir a por todas desde el principio.
Con las cartas de su baraja hacia arriba desde el primer acorde, sonando compactos y consiguiendo la plena atención de una audiencia que, como decíamos, no era muy numerosa, pero que en todo momento arropó a la banda desde las mesas. Mesas, sillas y manteles de un rojo intenso que una vez más acercaron a “El Sol” a la estética de los viejos clubes jazz de las primeras décadas del siglo XX. Se agradece particularmente esa deferencia, ese buen gusto en noches como esta, especialmente recomendables para paladares selectos.
El concierto continuó por esa senda, la de la calidad e intensidad, de la mano de muchas composiciones de reciente factura que desconocíamos, lo que no fue impedimento para que la fuerza de la actuación siguiera fluyendo. Un día después de haberles visto estamos deseosos de escuchar otra vez canciones como, “Losing Your Way”, “Sweet Lady” o “Rock in Chair”. Temas que anoche sonaron de maravilla y que a buen seguro formarán parte de su próximo trabajo. Esperemos que en formato larga duración y a no mucho tardar en el tiempo. Propuestas como la suya, de este calado, se necesitan en nuestra escena. Es un hecho.
Los minutos pasaban entre los asistentes en un clima de pura atención, de disfrute de los pequeños detalles. Se agradecía en un ambiente tan íntimo la calidez de la voz de Miryam, en contraposición con su actitud totalmente naif en escena, lo que unido a su natural belleza hacen de ella un total disfrute para los sentidos.
Debemos destacar también la calidad instrumental y el buen gusto del que dota al conjunto el saber hacer a la guitarra de Aníbal. Totalmente alejado de estridencias y con una gran clase, dibujó durante toda la noche arpegios imposibles que nos hicieron observarle estupefactos una y otra vez. Es un placer escuchar en el silencio de una sala, el peculiar sonido de su instrumento. Posee un gran talento sin lugar a dudas.
The Bright propusieron anoche un contacto con sus nuevas composiciones -sonaron hasta un total de siete cortes recientes-, pero también hubo tiempo para que se escucharan, sobre todo en la recta final de la actuación, canciones que ya conocíamos como “Odd Towns” o “Eyes”, con la que hicieron amago de despedida.
Ya en los bises y en formato dúo, se atrevieron con un par de versiones más. Anteriormente había sonado “Redemption Day” de Sheryl Crow, a la que llegaron, según sus propias palabras, gracias a la adaptación del tema que en su día hizo Johnny Cash.
La primera de ellas fue “Juanita”, que Myriam presentó como “Una canción de Gram Parsons”, para puntualizar más tarde que era de los Flying Burrito Brothers. La otra revisión, con la que ahora sí dieron por finalizada su actuación, fue “Cowgirl in the Sand” del gran Neil Young. Tras ella y no sin antes recibir una sincera ovación por parte del público, se despidieron del escenario sin hacer ruido, tal y como habían llegado.
Apenas hora y cuarto después de haber decidido entrado en calor, a la altura del número tres de la calle Jardines. Tocaba echarse a la calle de nuevo. Lo cierto es que nos fuimos a casa con ganas de más, seducidos por el encanto y la calidez del folk-rock que vino del norte. Esperemos que vuelvan pronto.
Texto y Fotos: Javier González.
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*La Riviera, Madrid, jueves 14 de noviembre de 2024. *
*Texto y fotos: Jorge Bravo “El Gurú”. *
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